Construcción provisional del cuestionario
De la definición operacional del constructo y de la delimitación de sus
componentes debe llegar a establecerse un conjunto de elementos o ítems
(frases, preguntas, situaciones análogas, tareas, etc.) que representen estos
componentes, o mejor, las conductas mediante las que se manifiestan los
diversos componentes
del constructo.
Si, por ejemplo, pretende evaluarse la tolerancia hacia los grupos
marginales o minorías sociales un ítem podría ser:
“Deberíamos facilitar la integración de los extranjeros en nuestro país”
Parece razonable suponer que una persona tolerable estaría de acuerdo
con esta afirmación, mientras que otra intolerable estaría en desacuerdo.
En consecuencia con la construcción de los ítems existen dos temas
importantes a tener en cuenta: el formato de respuesta y las normas de
redacción de los ítems.
Formato de respuesta
En primer lugar se debe considerar que en un tests de rendimiento óptimo (pruebas de
rendimiento y de inteligencia) se pretende medir el rendimiento máximo al que
llega cada persona o individuo ante una serie de preguntas o tareas.
Usualmente, el formato de respuesta de estos ítems se ajusta a uno de los tres
formatos siguientes:
-
Elección binaria: De dos opciones
posibles de respuesta, se elige la que se considera correcta o adecuada a sus
conocimiento (Sí o No; verdadero-falso, Acuerdo-Desacuerdo, Encendido-Apagado,
etc.).
Por ejemplo, un ítem de un test de rendimiento en
Historia Moderna puede ser: "Simón Bolívar murió en Colombia" Verdadero
___ Falso ___
La elección binaria también es llamada dicotómica por
tener solo dos opciones de respuesta
-
Elección
múltiple: Entre más de dos alternativas se elige la que se considera
correcta. Es sin duda el formato de respuesta más utilizado, entre otras por
razones de objetividad y otras de tipo operativo.
Por ejemplo, un ítem de un test de aptitud verbal puede ser:
"Automóvil es a volante como bicicleta es a ....”
a) Pedal
b) Sillín
c) Manubrio
d) Parrilla
-
Emparejamiento
o pareo: Consiste en encontrar las parejas entre dos conjuntos de
conceptos. Por ejemplo, un ítem de un cuestionario sobre conocimientos de
geográfica de Venezuela:
"Enlace mediante una línea la ciudad capital de cada estado de
Venezuela que se le presenta"
Mediante las pruebas de
rendimiento típico se quiere reflejar el comportamiento ordinario de las personas,
no teniendo sentido el concepto de rendimiento máximo dado que el objeto de la
evaluación es algún tipo de opinión, actitud o rasgo de personalidad.
El formato de respuesta de los cuestionarios de rendimiento típico se
ajusta a alguno de los siguientes:
-
Opción
binaria: La persona debe manifestar si está de acuerdo o en desacuerdo con
una afirmación. Por ejemplo, un ítem de un cuestionario sobre la actitud de los
padres hacia los profesores de sus hijos puede ser:
"En realidad, los profesores en el colegio hacen poco más que
cuidar a nuestros hijos cuando nosotros trabajamos"
Acuerdo ___ Desacuerdo ___
-
Categorías
ordenadas: El formato establece un continuo ordinal de más de dos categorías,
que permite a la persona matizar mejor su respuesta. Normalmente, este continuo
está formado por 5 ó 7 categorías ordenadas, con una categoría central para
indicar la valencia neutra y a partir de la cual posicionarse en uno u otro
sentido. Por ejemplo, un ítem sobre la actitud de los adolescentes hacia el
consumo de drogas, podría ser el que sigue:
"Las drogas pueden realmente resolver problemas de uno mismo"
___ Muy en Desacuerdo
___ Bastante en Desacuerdo
___ Ni de Acuerdo/Ni en Desacuerdo
___ Bastante de Acuerdo
___ Muy de Acuerdo
A veces, se establecen nominalmente los dos extremos del continuo,
dejando señaladas las restantes categorías del mismo:
Muy en Desacuerdo ____ ____ ____
____ ____ Muy de Acuerdo
O se ordenan numéricamente las categorías sucesivas:
1 2 3 4 5
6 7
-
Adjetivos
bipolares: Este formato es típico de lo que se denomina "diferencial semántico",
un instrumento formado por pares de adjetivos opuestos, cada uno de los cuales representa
un continuo bipolar con varias categorías, y que permite estudiar el
significado semántico que se atribuye a determinados constructos, personas o
instituciones.
Por ejemplo de Adjetivos bipolares:
Nótese que en el ejemplo se utiliza una escala del -2 al 2, pero el investigador
puede utilizar la escala que crea más conveniente y ordenar los atributos en
orden inverso, los positivos a la izquierda y los negativos a la derecha. En la
etapa de Definición
del Constructo que previamente realizó se formará la idea de la escala y la
forma más conveniente de utilizarla y si es conveniente o no presentarla en el
test que se aplicará.
Tanto en casos como de adjetivos bipolares como en los anteriormente
descritos las escalas cuantitativas puede estar presentes en el test o pueden
estar oculta y serás solamente conocidas por quienes realizan el procesamiento
de los datos.
Redacción de ítems
Algunas de las recomendaciones generales en la redacción de ítems en
pruebas de rendimiento óptimo son las siguientes:
-
La idea principal del ítem debe estar en el
enunciado. Evitar inclir más de una idea en un ítem
-
Simplicidad en el enunciado. El enunciado debe
ser tan sencillo que cualquier persona pueda comprenderlo, la redacción debe
estar al nivel de la población objeto de estudio
-
Evitar los conocimientos excesivamente triviales
o excesivamente “rebuscados”. La sencillez es la consigna
-
Evitar dar información irrelevante en el
enunciado.
-
Evitar dar indicios sobre la solución. No redactar
el enunciado de manera tendenciosa, asomando la respuesta que se desea obtener
por parte del investigador. La objetividad es la premisa
-
Evitar cuestiones sobre opiniones. Se requieren hallazgos
objetivos no opiniones
-
No encadenar unos ítems con otros. Cada enunciado
un ítem, cada ítem un objetivo claro independiente del resto de los ítems
-
Anticipar la dificultad e incluir preguntas de
todo rango de dificultad (casi siempre conviene más preguntas de dificultad
media). No perder de vista la población objetivo a la cual se destina el test
-
La dificultad no debe estar en la comprensión
del ítem.
-
Minimizar el tiempo de lectura. Brevedad del
enunciado, las opciones de respuesta deben ser una palabra o frase muy corta
-
Evitar el uso de negaciones (si se incluyen,
subrayarlas), errores gramaticales y ortográficos. Revisar varias veces la
redacción y someter a prueba con personas ajenas a la investigación
En cuanto al número de opciones, con dos distractores es suficiente;
pero si la prueba es corta, es necesario un mayor número de distractores para
evitar los efectos de los aciertos aleatorios. Todos los distractores deben ser
de longitud y lenguaje parecidos y también se deben evitar los solapamientos
entre ellos. Por supuesto, se deben evitar los llamados “ítems defectuosos” que
son aquellos ítems con más de una respuesta correcta; aunque parezca absurdo
son errores que se siguen cometiendo con excesiva frecuencia. Por otro lado, se
deben evitar las opciones del tipo “no lo sé”, “todas las anteriores son
correctas” o “ninguna de las anteriores es correcta”; así como balancear la
posición de la opción correcta en las diferentes preguntas para que no se sitúe
siempre en la misma opción.
En las pruebas de rendimiento óptimo es muy importante tener en cuenta
la dificultad existente en crear las alternativas incorrectas, dado que no
deben ser posibilidades absurdas de respuesta que se puedan eliminar con cierto
grado de sentido común. Bien al contrario, esas alternativas no ciertas deben
ser elegidas entre los errores o confusiones que usualmente tienen las personas
que no conocen la respuesta correcta de la pregunta en cuestión. Deben estar
escritas en lenguaje técnico y ser plausibles para quien no conoce la
respuesta, evitando en todo momento alternativas “graciosas” u otras que no
serían elegidas por nadie.
Otra buena recomendación en este sentido sería el uso de alternativas de
respuesta que son verdaderas para otras preguntas incluidas en el cuestionario.
Desde luego, el establecimiento de alternativas múltiples exige un claro
conocimiento tanto del contenido a evaluar como de las personas a las que va
dirigida la prueba. Una reciente revisión de las orientaciones a seguir a la
hora de escribir ítems de opción múltiple se encuentra en Haladyna, Downing y Rodríguez
(2002).
Otras recomendaciones a tener presente en las pruebas de rendimiento
óptimo son:
- El número de preguntas debe ser proporcional a la importancia dada a
cada tema.
- Corregir los aciertos obtenidos por azar.
- Cuantos más ítems, mejor.
Respecto a la manera de formular las cuestiones en tests de rendimiento
típico (declaraciones o afirmaciones ante las cuales se debe opinar), se han
propuesto algunas sugerencias que pueden ayudar a su correcta redacción:
- Utilizar el tiempo presente.
- Deben ser “relevantes”, en el sentido de que su contenido debe
relacionarse claramente con el rasgo.
- Contenido claro, evitando excesiva generalidad. Frases cortas, simples
e inteligibles.
Evitar incluir dos contenidos en un ítem.
- Tener en cuenta que lo que se dice en la declaración pueda ser asumido
por alguien, y no por todos.
- En escalas de actitudes, no plantear la existencia o no de hechos,
sino el posicionamiento personal sobre la afirmación. Redactar ítems que
discriminen entre los de actitud positiva y los de actitud negativa.
- Para minimizar la aquiescencia (tendencia a responder afirmativamente,
independientemente del contenido por el que se pregunta) conviene redactar
ítems de modo directo e inverso (declaraciones tanto en sentido positivo como en
sentido negativo). A posteriori, se puede comprobar cómo una persona ha
respondido a los ítems directos e inversos. También puede comprobarse que la
correlación entre ambos tipos de ítems es alta.
- Evitar el uso dobles negaciones (no, ninguno, nunca,...) y de
universales (todo, siempre, nada,...).
- En lo posible, aunque no es fácil, se debe minimizar la posibilidad de
deseabilidad social (emitir respuestas socialmente aceptables para transmitir
una imagen positiva).
Puede deberse a varias cosas: desajuste psicológico, insinceridad
consciente, el grado de deseabilidad social que manifiestan los ítems puede
evaluarse mediante jueces, y comparar las respuestas de una persona con estas
valoraciones. En tests de personalidad puede incluirse una escala de
sinceridad.
El número de categorías que se suelen incluir en este tipo de ítems es
usualmente de cinco ya que, a partir de ese número de categorías no mejoran las
propiedades psicométricas de los ítems. Además, un número muy elevado de
categorías (siete u ocho) lleva a inconsistencias en las respuestas, que es una
fuente de error. Un número muy reducido (dos ó tres) lleva a poca
discriminación (menor variabilidad) y a reducir la fiabilidad, aunque siempre
puede compensarse con un mayor número de ítems. No obstante, en poblaciones
especiales (niños, discapacitados, mayores y otros) se aconseja el uso de un
menor número de categorías.
También se ha planteado en ítems de rendimiento típico (principalmente
en escalas de actitudes o tests de personalidad donde no se pide el grado de
frecuencia de un comportamiento) si es correcto o no la inclusión de una
categoría central en las opciones de respuesta (“indiferente”, “neutral”, “dudo”, “no sé”. Podrían generar
problemas ya que muchas veces son elegidas por aquellas personas que no se
comprometen con lo que se les está preguntando, que el enunciado les resulta ambiguo
o simplemente que ignoran el contenido del enunciado. En realidad, deberían ser
seleccionadas por las personas auténticamente indecisas.
La investigación en este sentido no dice que los indicadores psicométricos de los ítems no se alteran mucho con o
sin categoría central, cuando el número de categorías es mayor de tres. En todo
caso, se puede comprobar si las personas con nivel medio en el total del test
tienden a elegir más frecuentemente las categorías centrales.
Este tema se seguirá desarrollando y explicando en próximas entregas,
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REFERENCIAS
BIBLIOGRÁFICAS Y DOCUMENTALES
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Estadística para psicólogos. Probabilidad. Estadística Inferencial. Volumen 2.
3ª edición. Madrid: Pirámide.
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(1988). Investigación del Comportamiento. Segunda Edición. México.
Editorial McGraw-Hill.
López Pina, José
Antonio (1995). Teoría de la respuesta al ítem: fundamentos. Barcelona: PPU.
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Muñiz Fernández J.
(1997). Introducción a la Teoría de Respuesta a los Items. Madrid: Pirámide.
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A computer adaptive test based on the maximum information principle.
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